Basilio Fernández: entre el abismo y la consagración, sobre ‘El esplendor y la amargura’, de Eduardo Moga

Moisés Galindo
Por Moisés Galindo

El esplendor y la amargura. La poesía de Basilio Fernández, el fascinante y voluminoso libro —un kilo doscientos gramos de peso y casi setecientas cincuenta páginas en edición impecable de Los Papeles de Brighton— del poeta y crítico Eduardo Moga, viene a subsanar una antigua deuda con uno de los poetas españoles más fascinantes y secretos del siglo XX: Basilio Fernández. El que suscribe esto —otro larreísta nacido, curiosamente, un mismo día de julio— tampoco lo conocía, hasta que, a finales de la primera década del siglo XXI, el autor de La luz oída (1996), Insumisión (2013) o Mi padre (2019) le comentó que estaba preparando su tesis doctoral sobre un autor prácticamente desconocido que apenas si había publicado en vida un puñado de poemas, pero que era excepcional. Así lo demostraban las pocas ediciones de su poesía —Poemas (1927-1987) en la desaparecida Libros del Pexe (1991), Antología poética en Edilesa (2007) y Antología. 1927-1987 en Trea (2009); todas con edición o selección, introducción o presentación, y notas, de Emiliano Fernández, su sobrino; su Poesía completa (1927-1987) saldría posteriormente en 2015 en la editorial Impronta, también con edición a cargo de Emiliano Fernández— que la concesión del Premio Nacional de Poesía en 1992, a título póstumo —el único hasta el momento—, ayudó a ampliar.

El esplendor y la amargura es la transcripción, ampliación y puesta al día de la tesis doctoral que Moga defendió allá por el 2011; el estudio más extenso y completo de la poesía del poeta leonés, afincado en Gijón hasta su muerte en 1987. El título del libro sintetiza las dos esferas que interactúan constantemente en su obra: la deslumbrante imaginería verbal propia del creacionismo —que, poco a poco, se fue esencializando— junto a una hondura existencial dominada por el sentimiento de decepción y derrota que se acentuaría con el paso de los años: «el deslumbramiento de la forma, la crepitación exultante del lenguaje y, al mismo tiempo, la oscuridad superlativa de la angustia». Un «descenso a los infiernos», como escribe Moga, que tiene que ver con las complejidades de su pensamiento y las contradicciones que le suponía integrar en su vida la continuidad del negocio familiar y su propio sustento, con un destino como poeta especialmente dotado: «nací a la extrañeza, / y al bienestar de los rincones familiares, / discontinuo y sin sueño / como el que no espera visitas. / Nunca necesité afanes para diluirme, / ni testigos para la emancipación al menudeo; […] Ahora me asomo a los proyectos olvidados / y a las citas equivocadas en los planes del / viento. / Solo una mano inadvertida repara la tramoya», escribe en el poema «El 28 de julio de un año sin gloria».

Y, como él mismo anota en otro de sus poemas, la «dejadez» sentida, la inconsistencia y levedad de cualquier acción humana —sin propósito último—, decanta la balanza hacia un paulatino aislamiento y adelgazamiento de su obra —y de su vida como poeta— hasta hacerla prácticamente desaparecer. Como los casos de Emily Dickinson o Agustín Gómez Arcos —que, o no vio publicada la obra en vida, o era, a pesar de la consideración internacional, un completo desconocido en su país de origen—, Basilio Fernández es un extraordinario poeta marginal, un verdadero outsider de las letras, que Eduardo Moga disecciona con elegancia —véanse las sutiles correcciones al albacea del legado de Basilio Fernández— y precisión —la estructura arborescente del volumen abarca los aspectos más relevantes de su temática y retórica, y el extenso aparato de notas que lo acompaña es como otro libro dentro del libro que amplifica y enriquece su interpretación—, mediante un lenguaje modulado, imaginativo, y riquísimo —se nota, y mucho, el poeta que lo acompaña— que lo alejan de la escritura, casi siempre enlatada, de este tipo de estudios doctorales.

En este sentido, al igual que Un cor furtiu, de Xavier Pla, la monumental biografía de Josep Pla, El esplendor y la amargura, el ensayo más importante hasta ahora sobre el poeta y la poesía de Basilio Fernández, tiene el mérito de leerse como una novela, como una suerte de ficción filológica que convierte su lectura en algo mucho más atractivo y memorable; la oportunidad de una experiencia que no deberíamos desaprovechar.

Cubierta de 'El esplendor y la amargura', de Eduardo Moga

(Publicado en Qué Leer, 1 de diciembre de 2025)

‘El esplendor y la amargura. La poesía de Basilio Fernández’: el rescate de un leonés desconocido

Eduardo Moga rellena todos los vacíos de la vida y la obra del poeta Basilio Fernández López (1909-1987) en El esplendor y la amargura, un espléndido estudio académico, imprescindible en las bibliotecas universitarias.

Por Marta Prieto Sarro

En junio de 1992 se produjo un hecho insólito: el Premio Nacional de Poesía se otorgaba a título póstumo en la persona de Basilio Fernández López por el conjunto de su obra, titulada Poesía 1927-1987, que había visto a luz también después de la muerte de su autor. El fallo del premio del Ministerio de Cultura pilló a la mayoría de los críticos literarios, por no decir a todos, a contrapié. Porque, por si ambas circunstancias ya eran extrañas de por sí, resultaba que su autor era un absoluto desconocido. Tras las líneas que Eduardo Moga rescata en la prensa del momento quedan patentes el estupor y la perplejidad vividos junto a las dudas sobre la calidad de sus poemas.

Cubierta de 'El esplendor y la amargura', de Eduardo Moga
Cubierta de El esplendor y la amargura, de Eduardo Moga

Sin embargo en León, la provincia de la que era natural el poeta, sí había quien le conocía. De mi entorno más próximo, José Enrique Martínez, profesor universitario y crítico literario en el suplemento cultural Filandón de Diario de León cuyas páginas capitaneaba con asombrosa lucidez (e inmediatez) Alfonso García Rodríguez. También estaban al corriente Antonio Gamoneda, involucrado claramente en la concesión del galardón, como más tarde se sabría, y convertido en descubridor de su obra para otros, incluido Eduardo Moga. Y Francisco Martínez García, que en su obra Historia de la Literatura Leonesa, publicada en 1982, había dejado escritas sobre él unas líneas preciosas al considerar que tal vez era «el único poeta leonés que tenía su reloj puesto a la hora del mundo, sin atrasos seculares». Aunque yo para entonces no le conocía, presumo que Tomás Sánchez Santiago también conocía la obra de Basilio Fernández a quien después calificaría como poeta «clandestino». No obstante, se trata de una lista que no pretende ser exhaustiva: habría más, por supuesto.

Basilio Fernández, el de Valverdín

Eduardo Moga, poeta y crítico él mismo, comienza su brillante estudio El esplendor y la amargura precisamente con aquella extrañeza, cuyas causas estaban más que justificadas. Basilio Fernández había nacido en Valverdín (León) en 1909 pero la familia se había trasladado siendo él niño a Gijón, donde regentó un almacén de ultramarinos. No puede decirse que fuera, en absoluto, un desarraigo, pero en el lugar se perdió su rastro a pesar de que él lo convertiría en materia poética. En Gijón trascurrió el resto de su vida, ligada a aquel negocio en el que nadie atisbó jamás su escondida afición al verso que solamente se puso de manifiesto tras su muerte en 1987. Fue de la mano de su sobrino Emiliano Fernández Prado (pues el poeta tampoco tuvo hijos) quien encontró aquel tesoro y lo publicó en 1991 en la editorial asturiana ya desaparecida Llibros del Pexe con el título de Poemas (1927-1987). Una nueva edición revisada y ampliada aparecería en 2015 publicada por la editorial Impronta.

A pesar de aquel reconocimiento, el extraño poeta ha seguido siendo un desconocido. Al menos en la que fue su tierra de nacimiento donde no recuerdo que, de manera pública, se haya reivindicado su memoria.

Basilio Fernández, primer plano
Basilio Fernández

Por eso ha sido todo un regalo la aparición de El esplendor y la amargura, una voluminosa publicación que transita por la biografía de un hombre que parecía que no tenía biografía (una apariencia fruto del desconocimiento), que bucea en sus relaciones literarias (que las tuvo en un época precisa de su vida: Gerardo Diego, Torrente Ballester, José María de Cossío, Luis Álvarez Piñer, Dionisio Ridruejo, Alberti) y que ofrece una interpretación espléndida y profunda de su poesía, de su discurrir por los ismos (ultraísmo, creacionismo, existencialismo), de sus influencias literarias y de los temas que la sustentan: la fugacidad del tiempo, la belleza, el amor, el caos, la vanidad, la luz, la oscuridad, la tristeza…

Todos saben que la codicia de vivir
cae fuera de propósito,
y que el tiempo clava el acontecer
sin treguas ni patrañas.

Eduardo Moga recorre la poesía de Basilio Fernández para encontrar en ella «el sufrimiento por haber abandonado un proyecto de vida como escritor y los ideales de la juventud: la literatura, el amor y la libertad». Pero también, y esto resulta extraordinario, «el deslumbramiento de la forma, la crepitación exultante del lenguaje y, al mismo tiempo, la oscuridad superlativa de la angustia». Ahí están, pues, las claves que explican el título del estudio.

Gran estudio académico

No creo que exista la menor duda de que El esplendor y la amargura resulta hoy un estudio académico imprescindible sobre Basilio Fernández López que, al decir de Eduardo Moga, es «uno de los más silenciosos, desconocidos y mejores poetas españoles del siglo XX». Y que hoy está, más cerca que nunca de sus lectores. Sobre todo de los leoneses en cuya montaña nació, en una diminuta aldea del Torío:

El 28 de julio de un año sin gloria
Nací a la extrañeza
Y al bienestar de los rincones familiares,
discontinuo y sin sueño
como el que no espera visitas.

El esplendor y la amargura. La poesía de Basilio Fernández
Eduardo Moga
Los Papeles de Brighton, 2025
756 páginas

(Publicado en Heraldo de León, 18 de noviembre de 2025)

Eduardo Moga / El esplendor y la amargura

Eduardo Moga, El esplendor y la amargura. La poesía de Basilio Fernández, 744 pp.
Colección Academia, 3
ISBN: 978-84-127018-6-9

En El esplendor y la amargura, el poeta y crítico Eduardo Moga examina minuciosa y exhaustivamente la poesía del asturiano Basilio Fernández, el único poeta español que ha ganado el Premio Nacional de Poesía a título póstumo. Esta colosal obra procede de la tesis doctoral de Moga, y constituye el mayor y mejor esfuerzo crítico en torno a la poesía de Fernández, un magnífico escritor oculto en vida que salió a la luz tras su fallecimiento en parte gracias al aprecio de Antonio Gamoneda por su obra. Hoy, El esplendor y la amargura se convierte en la máxima autoridad sobre la obra del autor asturiano.

Eduardo Moga (Barcelona, 1962) es licenciado en Derecho y licenciado y doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona. Es autor de poemarios como La luz oída (1995, Premio Adonáis), Las horas y los labios (2003), Soliloquio para dos (2006), Cuerpo sin mí (2007), Bajo la piel, los días (2010), El desierto verde (2011), Insumisión (2013), Décimas de fiebre (2014, publicado en Los Papeles de Brighton), Muerte y amapolas en Alexandra Avenue (2017), Mi padre (2019), Tú no morirás (2021), Hombre solo (2022) y Poemas enumerativos (2024). Acaba de publicar en tres volúmenes su poesía reunida, Ser de incertidumbre (2024). Terence Dooley ha traducido al inglés, para Shearsman, su antología Selected Poems (2017) y My Father (2021). Crítico y ensayista, ha publicado numerosos volúmenes de viajes y crítica literaria, como Homo legens (2017), La ciudad encontrada (2021), ambos publicados en Los Papeles de Brighton, Lector que rumia (2023) o Americaneando (2023). Traductor también prolífico, ha vertido al español a, entre otros, Frank O’Hara, Carl Sandburg, Charles Bukowski, Ramon Llull, Arthur Rimbaud, William Faulkner, Walt Whitman y Edgar Lee Masters. Codirigió la colección de poesía de DVD Ediciones (2003-2012) y dirigió la Editora Regional de Extremadura (2016-2018). Ha ganado los premios Adonáis (1995), Fundación Corda (2011), Revista Quimera (2014) e International Latino Book Award (2014), y ha sido dos veces finalista del Premio Nacional de Poesía. Mantiene el blog Corónicas de Españia. Vive en Sant Cugat del Vallès (Barcelona).

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Gloria Jimeno Castro / ‘De norma loquendi’ y algunas disquisiciones literarias

Cubierta de 'De norma loquendi'

Gloria Jimeno Castro,

De norma loquendi y algunas disquisiciones literarias, 124 pp.

Colección Academia, 2

ISBN: 978-84-123329-0-2

De norma loquendi y algunas disquisiciones literarias recoge varios ensayos de aliento filológico publicados en la revista Café Montaigne entre 2018 y 2021. Incluyen reflexiones lexicográficas sobre la lengua viva, a partir de un conocimiento del habla juvenil basado en la experiencia docente de su autora. Así mismo nos ofrece nuevas y lúcidas perspectivas sobre asuntos literarios como el teatro de los hermanos Machado, las grandes escritoras del siglo XIX español, Eulalia Galvarriato y las mujeres del 27 o el Madrid de los escritores del Siglo de Oro.

Gloria Jimeno Castro (Madrid, 1976) es doctora en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid, con una tesis sobre las colecciones literarias de novela corta del primer ­tercio del siglo XX. En la actualidad es profesora de Secundaria en el IES Ágora de Alcobendas. Colabora en la revista cultural digital Café Montaigne, en la que es responsable de la sección “Manual de amor a la Lengua”.

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Juan Jiménez Castillo / Leer para vivir

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Juan Jiménez Castillo,
Leer para vivir. Una mirada de sentido común
a la naturaleza de la alfabetización inicial
. 162 pp.
Colección Academia, 1 / Pedagogía
ISBN: 978-0-9927430-8-6

En Leer para vivir, Juan Jiménez Castillo examina la situación de la enseñanza de la lectura y propone un método concreto para mejorarla.

Su testimonio de que en las escuelas de Baleares se dispone de un enfoque sobre cómo aprender a leer, pero no de un verdadero método de aprendizaje, confirma la sospecha de que no siempre ha triunfado el mejor modelo pedagógico posible.

[…]

Juan Jiménez Castillo está en el grupo de los que dignifican el estatus de la Pedagogía, inclinándola del lado de la ciencia y alejándola del de la propaganda, motivo por el que no siempre ha salido bien parada del ruido mediático de quienes más dicen defenderla.

(Del prólogo de Arturo Muñoz)

Juan Jiménez Castillo (Ítrabo, Granada, 1949) es doctor en Ciencias de la Educación. Reside y ha desarrollado su carrera como inspector de Educación en Mallorca. Es autor de Analfabetismo funcional y fracaso escolar (2010) y La perversión pedagógica de la inmersión lingüística (2012).

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